Para los indígenas el universo se representa de forma cónica, Zibö junto con sus ayudantes construyeron el universo y se representa a través del Usure, templo sagrado montado en ocho pilares, construido de suita y bejucos en tiempos de “Luna buena” (cuarto creciente), cuya entrada ve hacia el oeste.
Los Awapas Ricardo y Lizandro, nos explicaron que para el indígena la estructura del universo es de forma cónica, tanto hacia arriba como hacia abajo. El Sulā kas ka o inframundo es el lugar de descanso de los Bribris, es decir, cuando un indígena muere, su espíritu realiza un viaje hacia sus orígenes, ya que Zibö creó al indígena con semillas de maíz (Ditzö), y como tal debe regresar a sus orígenes. Desde la concepción indígena, el inframundo es un un lugar de descanzo, concepto contrario para la concepción occidentalizada que lo ve como un lugar de castigos. Para los Bribris el concepto de infierno como un lugar de tormento perpetúo no aplica para describir el Sulā kas ka.
Por otro lado, el origen del Sikua(hombre blanco) está en otro lado; Zibö creó al blanco cerca del sol en OKoma Kas Ka, por eso somos diferentes, no sólo las diferencias físicas entre los blancos y los indígenas sino también culturales, pero al igual que ellos, los Sikuas deben de regresar a sus orígenes.
El Ûsulē se ve representado por cuatro niveles, en el primer nivel se encuentra la humanidad, desde tiempos milenarios la cultura bribri sabe que no era la única en el mundo, y como tal se debe respetar a la naturaleza y las diferencias culturales y convivir en común unión .
En un segundo nivel se encuentra los “Espíritus impetuosos” (huracanes, tormentas, tornados, terremotos..); estos espíritus le ayudaron a Zibö a construir el universo y a cambio pidieron como pago la humanidad, ante tal situación Zibö no realizó el pago total de la deuda, como represaría, estos espíritus bajan a la tierra a cobrar su deuda, por esta razón ocurren los desastres naturales, más que malos en el sentido occidental estos espíritus son incontrolables o desastrosos.
En un tercer nivel se encuentran los ayudantes de Zibö (Jaguar, armadillo, araña, serpiente, zopilote, mono), quienes colaboraron con Zibö en la construcción del universo con tareas y funciones específicas cada uno según sus habilidades y posibilidades naturales.
Estos animales, cuenta la historia, que sus espíritus llegaron en forma de hombre y ayudaron a Zibô a construir el Universo. El Jaguar y el puma pusieron su fuerza para traer las bases, troncos y bejucos que conforman los simientos o pilares del Ûsule.La araña entretejió y construyó las amarras.El armadillo con sus uñas cavo los huecos para colocar los pilares.El mono con su agilidad haló los bejucos y la suita a las parte más altas para que la araña tejiera.La serpiente coloco las amarras entre los niveles el Ûsule.El zopilote terminó el pico del universo, cumple el papel de administrador y fiscaliza que todo esté en orden, además de limpiar cualquier desastre o desperdicio. Y en el último nivel se encuentra Zibö.Otra de las cosas importantes a considerar es que la cultura Bribri es matrilineal, es decir, la estirpe la determina la mamá, ella hereda el clan al cual pertenece el niño o niña cuando nace, desde el clan se determinan los papeles o roles de todos los miembros de la comunidad. Por decir algo, si hay una pareja de un indígena y un sikua, si la mamá es bribri, los hijos se le consideran Bribris, si fuera el caso contrario, los hijos son considerados como Sikuas; esto no quiere decir que serán excluidos de la comunidad, por el contrario, se les enseñará las costumbres indígenas pero no serán indígenas y sus roles serán distintos.Al terminar la creación del Ûsule, los animales bailaron y celebraron, de aquí la tradición del Baile del Blu (Sorbón), el cual representa el vuelo del Zopilote, quien cuida, vigila y está atento a que el Ûsule esté limpio.